Hace ya tanto tiempo de el primer renglón qué escribi en este mismo bloc. Concretamente un año y casi sesenta y cuatro libros.
Lo qué mas ha cambiado es aquello qué ha sido mi vida.
Hablo del entrenamiento.
Ahora, te voy a narrar mis últimos secretos. Y gracias por estar siempre ahí. Amigo lector.
El entrenamiento ha cambiado según he ido cambiando yo.
La mayor parte de el entrenamiento se basa en una estupidez.
Esta estupidez es la búsqueda del dolor.
Mi entrenamiento era dolor para buscar la transformacion de mi cuerpo y, para qué eso sucediera, tome todo lo qué fuera necesario para yo ser ese dolor.
Cuando ya mi cuerpo no podía soportar más dolor, pero quería seguir viendome increible, opte por una vía paralela.
Sustituí la ingesta de sustancias dopantes con la consecución de esas corcunstancias a través de una búsqueda de la mirada hacia oriente.
Más o menos sentía algo parecido pero me centraba sobre todo en el entrenamiento con pesas.
Yo, podía definir mi evoluccion en el entrenamiento como el proceso de cerrar los ojos y dejar las pesas.
La segunda fase ya había empezado. Había una gran base de entrenamiento de pesas y usaba las técnicas de recuperación basadas en el taoísmo y su alquimia.
Así pase una gran fase de mi vida centrado en esa China milenaria y en esa California.
El segundo proceso me llevó a japón. Japón fue el descubrmiento del zen.
El taoísmo fundamentalmente te enseña todo lo relacionado con la recuperación. Es un mecanicismo del alma, pues para ellos es el cuerpo el templo de la fisiología sutil de ese alma y a todas sus funciones las llama fisiología sutil.
Japón es siempre y necesariamente la búsqueda de la emoción moral, la no_mente, y todo ello con los aromas del zen.
En ese momento se produce una transformacion tendente a dejar las pesas y concentrarse en la gestion del chi y las sensaciones de entrenamiento a manos libres.
Pero seguía teniendo una base dura de trabajo. Un especialista diría que seguía siendo demasiado 'shaolin', pues dependía de aquello que veía.
Era, el entrenamiento exterior de la mente distante.
La última fase del entrenamiento es cuando te atreves a cerrar los ojos y a confiar.
Solamente a confiar en que tu cuerpo sabe hacer lo que sabe hacer, y que no te necesita.
En esta fase alcance la fase mas mística con mi llegada a la India.
Es la epoca del espíritu y la fe.
Fe es la creencia ilógica de que aquello que es improbable sucederá.
...no le busques sentido, no lo tiene.
miguel mochales, maestro zen