entrenamiento zen, máximo rendimiento, tao, meditacion,dojo en madrid, practicar zen

Miguel Mochales

Miguel Mochales

martes, 25 de febrero de 2025

NPC 3

 Lo más importante es entender que tu cuerpo es lo más parecido a un celular. No es solo una metáfora, es una realidad biológica y energética. Así como un teléfono móvil tiene cobertura, tu cuerpo también emite y recibe información a través de su campo toroidal, esa energía electromagnética que te rodea, que se expande y se repliega constantemente, interactuando con todo lo que te rodea. Este campo no es algo místico, sino una manifestación medible de la inteligencia de tu organismo, un sistema de comunicación que trasciende lo puramente físico.

Piensa en tu cuerpo como el teléfono en sí mismo. Cada órgano, cada estructura, cada parte de ti es como un componente del dispositivo, diseñado para una función específica. Pero lo más fascinante es entender que cada músculo en psicología corporal es como una aplicación en tu móvil. Así como cada app tiene una función y un propósito, cada músculo desarrolla una habilidad, una respuesta emocional y una manera particular de interactuar con el mundo.

Cuando activas una aplicación, usas su interfaz para obtener un resultado: envías un mensaje, editas una foto, accedes a una red social. En tu cuerpo, cada músculo hace lo mismo en otro nivel. Un músculo no solo es una estructura que permite el movimiento; es un rasgo de carácter, una huella de tu historia emocional. Hay músculos que reflejan tu fortaleza, otros que expresan miedo, otros que cuentan las historias de las emociones que has reprimido o liberado. Cada uno actúa como una memoria viva, como una aplicación que se abre cuando la necesitas o que se queda funcionando en segundo plano, incluso sin que te des cuenta.

Si alguna vez has sentido tensión en el cuello cuando estás bajo presión, sabes que no es casualidad. Si alguna vez has experimentado pesadez en el pecho cuando te invade la tristeza, has sentido de primera mano cómo los músculos son más que fibras: son interfaces emocionales. Lo interesante es que, así como puedes actualizar o desinstalar aplicaciones en tu móvil, también puedes reconfigurar el funcionamiento de tus músculos, liberar patrones de tensión y reescribir la forma en que tu cuerpo procesa las emociones.

Tu cuerpo no es solo un medio de transporte de tu mente, es un sistema de comunicación total, una red de datos en constante transmisión. Y cuando aprendes a descifrar sus mensajes, cuando te das cuenta de que cada músculo es un canal de expresión, puedes empezar a reprogramar tu experiencia, a actualizar tu software interno y a desbloquear todo tu potencial.

No hay comentarios: