Todo tu cuerpo es energía.
La energía se usa en cada uno de tus actos, de tus gestos, de tus pensamientos.
Los estados de especial intuición necesitan de un mayor aporte de esa energía. Una energía que en oriente llamaron chi.
Muchas veces entender a un maestro zen es complicado, siempre lo ha sido, por eso, esta entrada está destinada a acercar un proceso de entrenamiento zen y su fácil comprension.
Cada línea de entrenamiento es distinta con cada persona. Es un camino individual.
A ese camino, lo llamaron Tao.
Chi, la energía, debe siempre fluir por tu cuerpo, nunca estancarse.
Cuando lo hace así, todo tu ser, tu mente, y tu cuerpo manifiestan unos profundos estados de consciencia y bienestar.
Al principio el cuerpo puede sentirse extraño. Siempre digo que la salud de golpe sienta mal, pero poco a poco se va adaptando. Se parece este proceso mucho a cuando una persona cambia de coche. El coche nuevo necesita un periodo de adaptación en la conducción, una vez superado todo es positivo.
La primera fase de entrenamiento está destinada a tener más chi, más energía.
Los entrenamientos deben tener una continuidad, sobre todo al principio. No importa el tiempo tanto como que sea todos los días. Esto es muy importante recordarlo, pues así permitimos que los canales de tu cuerpo que son los mismos de la acupuntura nunca se cierren.
Notarás que tienes abiertos esos canales cuando notes un ligero temblor en el cuerpo.
Un entrenamiento más avanzado incluiría control muscular sobre la zona, como fue tu caso.
En el siguiente entrenamiento, nos centraremos en crear un centro de consciencia en el chakra del vientre.
Feliz entrenamiento consciente.
...no le busques sentido, no lo tiene.
miguel mochales, maestro zen.
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