Jamás habrá tiempo en este universo para devolver a mi ángel su delicado gesto. Y es por eso por lo que inventare u otro mundo u otro universo.
Dios no supo hacer una vida lo suficientemente grande para devolver a mi ángel lo que en esta vida no tiene medida.
Por eso me voy de este dios para traerle a ella un presente de ternura y adoración.
Es mío y no es de este mundo ni es de dios.
...no le busques sentido, no lo tiene. Miguel mochales, maestro zen
No hay comentarios:
Publicar un comentario