- en la ciudad
- siempre
- en la ciudad siempre hay un gran numero de amantes
- que no pueden salir del brazo de su hombre los viernes
- y mucho menos los sabados o los domingos
- es por algo que se llama reputacion o compromiso y solo dura o sucede a partir del fin de semana
- son las mentiras del alma a la vida
- donde la respuesta es,
- Ya va a dejarla, o, es por los niños, o cualquier subterfugio de tonteria que separa el corazon de lo que pasa por debajo del ombligo
- Poco a poco la esperanza la va haciendo que se aplique con menos cuidado el carmin de los labios
- y una historia bonita que saco a una chica de baja condicion o de provincias se transforma en una espera consentida a una relacion donde tedio todo lo cotidianiza
- siempre hay un restaurante apartado de la ciudad
- a poder ser el pardo donde ella se siente, martes o jueves, la titular de la cuenta bancaria del alma y del corazon de quien dentro de un rato en un lugar apartado va a fornicar o solamente lamer un rato, lo que no se puedo quedar
- simplemente sucede que dios se marcho por el retrete en la primera meada en el baño y solo queda el gesto insolente de los que hacen del martes o el jueves en el pardo su pequeño concupiscente lupanar de tedio, miseria y vejacion de la dignidad del amante que es al porfidia a la casualidad donde el deseo es mas bonito si previamente no se puede soñar.
- el camarero ha sonreido en la mesa, y el cuchicheo de la barra donde se dicen estos son mas de los mismo sin mas
- son las amantes que fuman un cigarro pues todo en su vida es esperar
- esperar
- el cigarro se acaba, su buda tiene barriga pero la cartera rellena de promesas incumplidas
- por cierto, a el siempre,
- a el le toca pagar.
- es lo que tiene fumar
te amo
se que me amas
miguel
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