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Miguel Mochales
jueves, 22 de agosto de 2013
Alma y amor.
El alma del amante.
No es la soledad del poeta.
La ira del rey.
O la pasión ciega del que sólo ve su querer.
Un amante o un Buda.
Sólo así se sucede la héjira que te lleva al Jardín del profeta.
Bodhisattva, amante y consciencia.
Sólo el amor que es compasión y sostiene un jadeo en la alcoba es propio de un dios.
No mires al cielo sin haber mirado antes a tu interior.
...no le busques sentido, no lo tiene, o no. MMMZ.
ALMA Y AMOR
El alma del amor es la compasión.
Así el amor se expresa en sí.
El ensimismamiento del amor es la compasión.
Pero hay otro amor que es una catedral.
Una obra.
La línea del alma de la consciencia etérea del sublime estado del nirvana.
Se llama piel.
Se llama ella brahmacharya.
Hay una parte de la vida que debes recorrer en vocación exterior.
Pero hay una vía que debes seguir en devoción en tu alcoba.
Si eres hombre olvida tan solo la medida de como amas en tu amor. La medida de tu propio karma.
Desde ahí accedes a la sin medida del amor del shackti.
Hay dos revoluciones.
Una es la compasión.
La otra es brahmacharya.
Si la amas así serás la medida de ella, es decir, dios.
...no le busques sentido, no lo tiene. O no. MMMZ.
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