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Miguel Mochales
jueves, 22 de agosto de 2013
Alma y amor.
El alma del amante.
No es la soledad del poeta.
La ira del rey.
O la pasión ciega del que sólo ve su querer.
Un amante o un Buda.
Sólo así se sucede la héjira que te lleva al Jardín del profeta.
Bodhisattva, amante y consciencia.
Sólo el amor que es compasión y sostiene un jadeo en la alcoba es propio de un dios.
No mires al cielo sin haber mirado antes a tu interior.
...no le busques sentido, no lo tiene, o no. MMMZ.
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