Esto es posible en Zen: que incluso un discípulo pueda pegar al Maestro, porque el Zen es conforme a la realidad y muy auténtico. Un Maestro Zen no crea en torno a sí el fenómeno: "Soy más sagrado que tú". No dice: "Soy tan superior...". ¿Cómo va a decir a al guien que ha llegado: "Yo soy superior y tú inferior"? El discípulo puede pensar que él es superior, pero el Maestro no puede reclamar ninguna superioridad, por que la superioridad sólo puede ser reclamada por el ego, que es impotente, inferior. La fortaleza sólo es pretendida por la debilidad; cuando estás inseguro, re clamas seguridad; cuando estás enfermo, reclamas sa lud; cuando no sabes, pretendes conocimiento. Tus pretensiones existen simplemente para ocultar la ver dad. Un Maestro no reivindica. No puede decir, "soy superior". Eso es absurdo. ¿Cómo va a decir un sabio, “soy superior”?
Así que un Maestro Zen puede permitir que le pegue un discípulo: y puede disfrutar todo el asunto. Nadie más en el mundo ha hecho eso; por eso los Maestros Zen son excepcionales, no puedes encontrar flores más raras que ellos.
Así que un Maestro Zen puede permitir que le pegue un discípulo: y puede disfrutar todo el asunto. Nadie más en el mundo ha hecho eso; por eso los Maestros Zen son excepcionales, no puedes encontrar flores más raras que ellos.
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