Hay un tiempo...
Siempre hay un tiempo.
Tambien puede ser un instante, pero, hay un momento que el amante, se vuelve consciente.
Es facil. Solo es necesario entender, y luego empezaras, de forma automatica a comprender.
Por mucho que te cuente, no bastara y cuando comprendas, por mucho que calles, el primer gesto sera suficiente.
El amante empieza a comprender y por tanto, emprende el proceso de mostrar el camino del amor, y se vuelve poeta del alma.
El poeta no es el que canta al amor/tristeza sino al amor que no tiene epiteto.
El amor se vuelve consciente y a traves del lenguaje se vuelve en ingeniero del universo pues, a traves de las formulas retoricas de comprension del amor le lleva a desarrollar ecuaciones donde pone circunloquios, similes, metaforas y por fin en el vacio, llega a la paradoja la cual da lugar a la primera sensacion de universo, donde se ha trascendido la circunscripcion del mundo que niega al opuesto.
Desde el momento en que esto sucede aparece un maestro interno que te lleva a creer como real los procesos de conceptualizacion del amor frente a todo aquello que no es, real.
La mente rompe totalmente su autolimitacion.
El lenguaje es el proceso de liberacion de la matematica de las quejas de la razon concreta.
El maestro liberado se centra en explicar la tecnica en cuestion que lleva necesariamente a los demas a un estado constante de trascendencia.
Desde ese momento el maestro se vuelve maestro y el amante se aleja a un estado de recuerdo, y el maestro se va volviendo, poco a poco, mas viejo aunque jamas haya pasado, por su ser el tiempo que a todos nos lleva.
Un dia, el maestro esta tan viejo que solo recuerda que ya tan solo recuerda y no vive.
En ese momento, la vida le redime de dicha situacion y el maestro se vuelve maestro de si, para vaciarse y convertirse en un buda.
El buda es el amante cuando el maestro se reencuentra con la pasion de la compasion en puro estado de consciencia.
...no le busques sentido, no lo tiene, o no. MMmz
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