Los amantes aman
Solo aman.
Solo, tan solo son, sombras del tiempo.
De un tiempo que les atenaza.
La vida ahoga al amante que ama, poniendole un tiempo y enviando el amor a la espera, sin esperanza.
La esperanza no es amor es la incerteza del mañana.
La entrega en el amante es el viento. Un viento de montaña.
Duerme la luna preñada, la calle es estrecha, oscura de lazos de nostalgia.
Se amante que que no espera.
Se solo mañana.
Mañana sin esperas.
Mañana sin esperanza
...no le busques sentido, no lo tiene, o no. Miguel mochales, maestro zen
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