En todo mi tiempo en no siendo, ya fui.
Amante del todo en nada acompañe de destierro mi silencio quimérico de la osadía de quererte y en ello adiós di dos golpes al suelo. El primero con el pie de perturbación en el segundo con el puño un te quiero, mas allá de la razón de todo aquello que veo.
Rompo el loco arrullo del murmullo huyo siniestro que en esto de alma y amor estoy sin alma y con amor puesto en aventura de pasión.
Te amo.
Se que me amas.
Este amor que no me atrevo a llamar humano
Y por dios temo llamar divino.
Miguel
No hay comentarios:
Publicar un comentario