Hay un momento donde se produce un salto en el maestro.
Y corresponde con un momento de soledad.
Hay un momento donde la persona que más ha marcado la humanidad asume su profunda realidad.
El vivía en 8d.
Y comprendio que todo es uno.
Desde la compasión alcanza la consciencia.
Es 8d.
Pero algo le queda lejos.
Esa 16d donde está dios se le queda a una distancia que no puede ser trascendida.
En otras tradiciones descubre similares niveles de realidad interior.
Pero ninguna llega a esa 16d.
Y hay un momento donde tiene que tomar el elemento más sagrado que tiene a su mano y es el amor humano para llegar a 14d.
Sólo ahí encuentra el paso a 15d.
Sólo ahí logra liberar su mente de los campos espaciales de consciencia para entrar en la pura vía de la experiencia del gozo de lo sagrado.
Sólo así se funde.
En 14d se funde y llega a su singularidad.
15d.
La singularidad es la capacidad de pasar un agujero negro de olvido de lo significativo para quedarse en el área de lo semántico.
Lo mismo que en el inicio dios dijo, aquí da la vuelta al verbo y se vuelve el profundo silencio de lo infinito.
Así llega a dios.
Al padre que le da sentido.
Hay un momento de abandono de la práctica mística para hallar la verdadera trascendencia a lo evidente que no es otra cosa que el amor humano incondicional.
Sólo el amor te hará libre del amor.
La in condición te redime de la condición.
Todo esto será explicado en el retiro que he llamado intensivo en Semana Santa en Madrid.
Algo diferente y distinto.
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