Desde la base más directa y primigenia de la realidad se articula un universo en un sistema de duración eterna donde desde la visión humana sólo subyace la conciencia de impermanencia.
La ley es el vínculo por tanto entre lo finito que es ese yo eclipsado por el momento, y la definición más cercana a la extensión de la línea espacio-tiempo que es la sensación de infinito.
Todo es por tanto un eternidad en duración que nosotros sólo rompemos esa concatenación de maya o ilusión en los momentos donde condensamos una gran cantidad de prajna produciendo esa iluminación.
Obviamente esto supone una organización desde la organización.
El universo haciendo de universo y la consciencia ZEN del hombre que a pesar de lo evidente eleva su mirada a la realidad de la realidad metafísica.
…no le busques sentido, no lo tiene, o no.
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