Mucho nos ha costado llegar hasta aquí.
Llegar hasta aquí solamente ha sido una cuestión de vivir en el ahora.
Pero eso que sea para otros.
Toda esa tropa dedicada a meter a la peña en un vitalismo angustiado sin vitalidad y sin espacio angosto.
Todo esto se ve en el hecho de que yo no cambio ni más allá por este aquí ni la eternidad y el para siempre por este ahora.
Desde este planteamiento sucede que el hecho del deseo de que esté todo centralizado choca con tener libertad de tener libertad.
La última tiranía es tener que ser libre para ser libre.
Para ello existe un solo concepto y es el hecho de una centralización que se basa en el único concepto de un adoctrinamiento absolutamente global desde el empoderamiento en solo lo que hay aquí y lo que hay ahora vale sin que haya mayor trascendencia, no mental sino orgánica.
Por tanto el individuo debe luchar y sufrir para estar centrado y desde ese centro estar encarcelado sin que una cárcel hecha por barrotes de información sea posible trascender a la misma semejanza de la soledad de alguien que viviera en un país extranjero y todo el mundo hablándole dicho idioma él no lo entendiera porque, aún estando dotado de información no es capaz de descodificar los mensajes profundos y solamente responder ruidos con más ruidos o gruñidos.
Y lo son los procesos que suceden en el primero de los casos, estaríamos hablando fundamentalmente de un estado de depresión, donde Dicha depresión es culpabilidad y por último estados de pérdida de atención porque al estar tan atado es incapaz de atar nada.
Frente a esto solamente un entrenamiento te salva de tenerte que salvar.
....no le busques sentido no lo tiene o no. Miguel Mochales maestro zen
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