Perdió ayer tu vientre un instante de deseo y me miraste a los ojos yntu mirada, amada, me dejo perplejo pues no era dios esa luz sino su reflejo pues, eso supe, cuando abrí el lugar donde dios ocupe, en tu sexo la cumbre, y allí, AHITO de lujuria y COMPASION halle en tu vientre la serena paz de la dulce vida.
Mas rápido me marche y volví en oración y dije a mi corazón, que no me lo PODIA creer.
Y sin mas, sentada en el trono del altísimo a mi lado, no supe ser uno mismo pues después de amarre solo queda el abismo, mas nada.
Ahora rezo a otro dios, ese de tus entrañas y este hombre solo quiere ser, aquel que te acompaña.
Abreme la puerta y cierrame la vida, es por amor, lo unico, que mi alma te pida.
Te amo
Se que me amas.
Miguel
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