Oda a una princesa.
Siempre trato de hacer un milagro.
Pocas cosas son tan especiales como hacerte temblar por dentro cuando sabes que el deseo es por un buda que con color siniestro deambula entre la cultura de la oración, la fuerza de la razón y lo poderoso del deseo.
Tu siempre vas preciosa.
Sábes siempre tener un toque de diosa oriental al otro lado de la calle Serrano.
Pocas veces caminas sin levantar el asfalto con tu tacón y tus labios pronuncian igual un mantra que sabes provocar con tu cadera un delirio en algún señor que te admira a través de la ventanilla del coche parado en el semáforo.
Demasiada rubia y demasiada electricidad deambulan sin limite entre la vida nocturna, los caminos correctos de la sociedad y todos esos atardeceres de meditación en un invierno que mira en un dojo al brahamacharya de tu pasión.
Y siendo así vienes para que haga temblar tu vientre en un camino de delirio inmisericorde.
Y, siempre sabes que eres de todo dueña.
Te llamo princesa en esta oda de quien jamás podrás tener en boda y quien solamente te muestra que el amor va mas alla de la alcoba a la eternidad.
Si tu cuerpo es recorrido por un latido de pecado y agarras el mala es que en mi has pensado, te ha temblado el alma y te has puesto sin saber porque, a estremecer.
Vuelve a lo que estas haciendo no sea que te pille alguien leyendo y temblando.
Don't follow my way. I wouldn't. Mmmz
es para ti desde el dojo de Mick
1 comentario:
es perfecto!!! ve pensando los ingredientes de ese Nirvana on the rocks !!!
Genial, maestro.
dt
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