Me estoy quieto.
No quiero ir a ningún lugar.
Solo quieto frente a ti para sentir temblar tu mar, de plata, tu mar.
Corre por todas partes y no estas.
Estas pero permaneces ausente.
Yo solo estoy quieto para poderte amar cada segundo mas intenso, que el segundo infinito del origen del mundo que es tu sexo de alevosía poética hiriente de ternura.
Penetro con el verbo con la piel en poemas de mi miembro erguido como silencio orante de una religión de la que soy practicante: TU.
TU estando yo, para ser tuyo.
Ahor la mañana es mas elaborada que otros dias y mi alma te anhela pero peca en ALEGRIA de un deseo que ahoga su vida.
Oro en el infinito la oración acometida de besar lento tu vientra y acariciar enredado en nirvana la mano que ama su herida.
La puerta al cielo esta de huida. Soy poeta, hombre o maestro. Adubut robo el tiempo. Y el profeta rompe el silencio y te digo.
Te amo
Se que me amas
Saberquesea
Miguel.
Dv
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