Vida ZEN cilla.

La vida es como un seiscientos. Todos se juntan para decir porque no caben.  Y para decir que se sienten solos.  Solos es aplastado pero creo que ese día nadie les dio literatura.  Muchos de ellos son actores.  Sin reparto.  Parten una vez y no vuelven.  Y están dando vueltas.  Vueltas alrededor del seiscientos a ver si entran.  Y entran para poder decirles a los otros porque están solos.  Y cuando el otro le escucha es especial. Porque se tara de escuchar y no oír porque eso tiene una razón y es que lo pueden contar otra vez y pueden volver a decir que están solos a otros.  Uno llego a los ochenta y se lo dijo a todos y todos vinieron solos a su funeral, con sus mujeres e hijos y familias pero solos.  Eso es lo especial, de que sirve la realidad si tu montas lo que te da la gana.  Asi que tenemos a los que hablan de lo que no ven y a los que hablan de que están solos.  Y luego esta la calle. Calle es un sitio para ir deprisa.  Van deprisa y tiene dos partes.  La acera donde caminan deprisa y no se tocan y la carretera o asfalto donde van deprisa y se pitan y se chocan.  Y luego se meten en sitios cerrados donde están solos rodeados y pasan siempre ocho horas a jugar a tener cara de nada.  Y ya esta, porque luego vuelven a casa por las calles para ir deprisa a su otra soledad con la que van al funeral del señor de ochenta años.  ...no le busques sentido, no lo tiene, o no. Miguel Mochales, maestro zen