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Miguel Mochales
viernes, 17 de agosto de 2012
Yoyono-yo
Lo primero es siempre la visualización del concepto sin la interpretación categórica.
A esa consecución se le supone el acceso a una intencionalidad inmanente donde todo lo que entra en tu mollera, tarde o temprano lo acabas haciendo.
El factor siguiente es la ubicación del objeto de praxis, en este caso el yoyo en lineas geosdesicas referenciales.
A partir de ahí, que algo suceda es solamente dedicarse a husmear sin complejos.
La mayor parte de los métodos para crear realidad propia presentan sistemas a personas que se van parapatando para no equivocarse porque tenemos miedo a algo que es que nos identificamos siempre en negativo con aquello que hacemos por un sentimiento inherente de culpabilidad.
La realidad es que somos tan frágiles que llegamos a lo patético.
Cuando el único problema seria que una vez que vemos algo que nos gusta, nos hagamos una idea frente a ir directamente a hacerlo en el momento en que tu coco se alinea.
...no le busques sentido, no lo tiene, o no. Miguel Mochales, maestro zen
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