- No pude agrandar el mañana para que entráramos
- No cabíamos
- No se adecuaba el tiempo a los sueños
- E inventamos silencios como espadas
- Aquellas que se avalanzan desde la nostalgia a la fe
- Y sin saber más recorro el mañana para volver a ese lugar donde huy de mi hace años
- Y no puedo gritar tu nombre pues estando a años de hoy no te conozco
- Aún así imploro
- Imploró a un Dios que se da la vuelta antes mis lloros
- Imploró ternura como misericordias de espadas hirientes de fuego
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Miguel Mochales
jueves, 16 de febrero de 2017
Autos de zen 2
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