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Miguel Mochales

Miguel Mochales

martes, 27 de noviembre de 2018

Somos 7

En mi vida, solamente hubo un miedo, y ese miedo me dirigí.

La historia era sencilla, cada noche al volver de el trabajo había dos personas en un banco durmiendo.

Mi mayor miedo ahí se quedó.

Ser mendigo y no tener nada solo el frío de la noche y la tristeza de la mañana.

Más allá de este simple hecho se escondía que ante el,  había un miedo atroz que jamás supe entender.

Siempre después de cada miedo surge tu mayor libertad y me decidí a emprenderlo a vivirlo costara lo que costase a mi vida, mi salud y mi existencia.

No tenía que superar el hecho concreto de la mendicidad si no mirar cara cara ese miedo para poderlo superar.

No entendía que había detrás de todo ello solo que mi corazón lloraba triste y emocionado.

Quizás esto sea lo único que nunca encontrado sentido pero basta que se haya metido allí dentro miedo para que tenga una cita con él cada noche y cada mañana al amanecer.

Así han sido mis últimos 10 años hasta que hoy por fin más allá del propio Estado dramático de dicha situación detrás de una maleta mi miedo he encontrado.

Lo miro y lo veo y entiendo que no era importante la situación concreta sino que eras una encrucijada donde el miedo me aguardaba para hablarme de lo único que encierra tu mayor miedo y es tú más absoluta libertad.

Lo que hoy lloro serán las últimas lágrimas y una vez habiendo lo visto entendiendo la razón retomar el lugar y el sitio dónde para ser rey primero fue mendigo.

Feliz noche soledad....

...no le busques sentido no lo tiene o no Miguel Mochales maestro zen

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