Somos muy pocos los que en esta vida somos vagabundos. Vagabundos sin casa en busca de esa última libertad qué es la soledad en estado puro.
No sé si lo que te digo es bonito solo sé que duele, y duele en el corazón me duele en el alma y es la última frontera por recorrer.
Es una realidad que existe cuándo te vas a dormir en dónde duermes y cuando despiertas dónde despiertas.
Solo en ese amanecer y en ese anochecer es la verdadera realidad porque descubres que el resto que es un sueño tanto como cuando duermes como cuando crees que el día está enfrente de ti.
Soy vagabundo sin casa y sin hogar dónde soñar por lo tanto echo de mi sueño mi casa y mi hogar.
...no le busques sentido no lo tiene o no Miguel Mochales maestro zen
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