Amanecer perpetuo en el delirio de tu ombligo adormecido en delirio sin pasado.
Amarte.
Desde la piel.
La piel suprema de tu alma.
O la sensación infinita de una lágrima tuya de felicidad.
Llamaré a tu puerta.
Llamaré a tu puerta para amarte.
Para que esta primavera de amor se adelante.
Para romper de amor el instante.
Para ser.
Para sólo ser.
Sólo ser tu amante.
Tu amante en la vía.
En la meditación de tu vientre.
En el orgasmo de tu frente.
En el placer del discreto ser de la vanidad de hacerte estremecer.
No hay.
No puede haber.
No lo hay.
No hay más nada que tu ghenus infinito bañado por el alma que ya no es mía.
Romper los silencios de gritos en gargantas profundas dormidas.
Amanece y quiero escribir tu nombre allí.
Sí.
Allí donde la palabra está por amor prohibida.
Donde bebo el sonido de tu jadeo.
Donde me entrego como loco a ese deseo.
Donde soy un silencio entre tú y Dios interpuesto.
Donde soy perdido quien ha venido al mundo para amar la amante de esta mañana.
Ahora.
Tumbada aquí a mi lado me tengo que ir.
Marchar de la mañana.
Volver a la vida que es morir.
Todo en ti pasa al igual que los silencios abrazan palabras.
Eres envuelta en mí, mi amante amada.
Ahora.
Cuando sólo puedo oír la canción más alargada que se canta en la ilusión de ese instante de tu llegada.
Sé que te vas al tiempo donde las princesas recuerdan la nostalgia.
Ahora soy tu amante.
Te veo.
Te levantas.
Te marchas al baño.
Allí donde corre el agua corrí yo mis labios esta madrugada.
Soy quien te amó en un tatuaje un Miguel Ángel de pura alma.
Y si abrazas el viento de ese aire eterno que te envuelve es solamente mi aliento que recorre el perdón del pecado original de no amarte la próxima noche para volver a pecar en el tiempo con diluvios de estrellas.
Has roto la poesía de la ausencia continua.
Roto en el gozo.
Roto mi corazón.
Mi ser Esbozo.
Suave me derroto.
Suave lloro poemas aún más hermosos.
Que recorran.
Sí.
Que recorran en la garganta el ansia de volverte a besar.
Mi puntito canalla no me deja ser bueno.
Mi puntito canalla me lleva a pecar.
El gozo de un sollozo que es de verdad, ese amor que te conmueve de este amor de verdad.
Por eso esta mañana te echo de mi vida.
Desnuda estás preciosa.
Pero ver alejarse tu figura por el dintel que como arco de triunfo te vio anoche aparecer, se vuelve un orgasmo de fin de atardecer.
Otras noches me voy a jugar a los chinos, pero quién quiere eso después de ser en ti ser.
No le busques sentido no lo tiene. O no. Mmmz
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