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Miguel Mochales

Miguel Mochales

miércoles, 13 de junio de 2012

Verano 2012. Pre-PARATE. UN POCO DE TEATRO

Zen en el arte dramático Suena un cuenco mientras Joaquín recita a Mamet con una silla encima de la cabeza No sobre actúes la vida es normal La vida es normal aunque el zen sea lo memos normal.  Cuando recites no pidas disculpas No hables con tics en los cuales, pides aceptación. Olvida totalmente todo lo que te han enseñado.  Eres capaz de olvidar todo el teatro que has aprendido, se que te ha costado mucho hasta dinero, pero eres capaz de olvidarte de todo lo que has aprendido, desde entonces, desde ese momento, desde ese instante a partir de ahí, lograras perfectamente alcanzar, que se borre totalmente todos los bloqueos que desde ahí han ido sucediendo. Zen en el arte dramático, en ese arte, es el arte dentro del arte.   Desde ese arte, desde esa situación debes empezar a romper todas las distintas cadenas en las cuales, donde, desde ahí, puedes alcanzar los distintos estados interiores donde se actúe desde la consciencia entendiendo esto como conciencia justa. En la que totalmente todos los factores, quedan adecuados a la circunstancia exacta desde la cual debe ser armonizada con las circunstancias en las cuales envuelven a esa situación. Sabemos actuar en un soliloquio pero poder comprender los procesos específicos que, en mi interior están sucediendo pero que no tienen ninguna repercusión en el exterior porque, desde ahí, es el momento exacto donde no puedes alcanzar ninguna cumbre pues la cumbre se haya en los procesos de consciencia justa.  La idea es siempre ante todo, mantener un poquito mas flojo al actor para encontrar el vacío del actor. La sensación de potencia, de todos los silencios dentro de los procesos perfectos de materialización de la realidad subsecuente se basan en las líneas de expansión de los distintos campos vibratorios de tu zen. ACTOR Y NO ACTOR Una de las circunstancias fundamentales es ser actor pero sobre todo es no ser actor.  Tienes que ser actor para no ser actor. Tienes que no ser actor para ser actor. Actor es silencio.  El silencio es vacío.  El vacío. Es consciencia pero jamas es realidad solo, tan solo refleja.  Quien refleja es el no_actor.  No actor es el actor que no actúa. No actúa desde el no. Por eso, toda negación es la necesaria afirmación del proceso.  Por eso cuando no llegas a ser es solo, tan solo cuando eres. Y debes aprender a sentir así. El verdadero espacio es entonces un espejo que no es real pues tan solo es el vacío de aquello que eras. Y ahora no eres.  Y no eres para serlo. El verdadero punto de esta disquisición es la consecución mágica de la eternidad que es el conocimiento puro de Dios.  Dios es allí donde el uno se comunica con su otro yo. Limitar la trascendencia del yo a otro yo que tan solo es tu mismo pero sin frustraciones no es suficiente.  Debes proyectarte en tu periodo de expansión ante aquello que es el verdadero limite de tu consciencia egoica. En un lado tienes el tránsito del alma dentro de conocimiento de su frecuencia que es lo que hasta ahora se ha concebido como el estudio del actor. En ese momento no estudiabas teatro como el gran teatro paradójico de la eternidad sino que tan solo estudiabas teatro como la verdadera representación y expresión del yo acontecido dentro de los limites humanos sin trascender el espacio de aquello que es divino.  La convergencia de ti sobre ti, solo provocaba que sucediera algo trascendente de vez en cuando con la comunicación con el espectador pero siempre se producía como un acercamiento del espectador al acto del actor.  Jamas esto sucedía como consecuencia de la expansión ilimitada de la consciencia mas allá del concepto egoico de un mero autoreflejo distorsionado de la realidad fehaciente y cotidiana. El yo no ambicionaba mas que su constatación y surgía ego. El limite del ego es Dios.  Ese Dios es comprender la gran obra del ego trascendido mas allá de los limites propios de la imaginación. La imaginación es la visión habiendo perdido el freno de los sentidos por eso dios se define como energía pura. Energía pura cognitiva. Dios en la actuación es la posibilidad de la eternidad mas allá del propio termino de lo infinito. Pocas veces surge una manifestación de la realidad en estos ámbitos. Es llevar un momento mas allá de las emociones, mas allá de las visiones y mas allá de las sensaciones que son los conceptos de los mitos. Por eso siempre dentro de la actuación existen modelos de comportamientos a imitar o coemprender. La profunda disquisición donde se halla el tocar la acción trascendente de los procesos arcaicos de la interpretación formativa son los movimientos básicos de la búsqueda organizada desde la pasión pero sin la acción de la verdadera esencia del acto de traslación del yo foco. El yo foco es aquel que es continuamente emisor mientras que el foco de aquel que consciente es necesariamente el receptáculo de la pasión vivida por el personaje.  El análisis es siempre vacuo en el proceso exacto de la acción.  Esto quiere decir que la actuación correcta produce ecuación cero del alma Las verdaderas lineas de expansión de la consciencia son siempre inferentes, esto provoca que de continuo el yo del actor se vea atraído por si mismo en un proceso de ser atrapado en la nada circunstancial de uno mismo.  Dios es la necesidad de prolongar el ego del actor mas allá de la emoción hasta el terreno de lo sagrado, los campos mágicos del alma que permite el conocimiento del Buda. El yo interior ha desaparecido es donde los maestros de los monasterios mas tantricos me iniciaron en" la vía del olvido". Desde ese instante surge el verdadero posicionamiento ante el infinito circunscrito a la escena. Yo del yo no mismo.  Todo este proceso se basa en alcanzar la emancipación karmica de la eternidad.  Cuando el cuerpo cae desde su acción en el VACIO del eterno, de algún modo se produce un salto cuántico en todos los procesos de consecución asumida de la esperanza.  La esperanza es, lo mismo que dios era el limite del ego, esa esperanza se convierte en el limite asumido del deseo. Sin deseo el actor no es nada, y ni siquiera es el inicio de un todo, esto puede ser el mayor de sus desastres o el mas puro de los momentos donde derrumbado el castillo de la técnica interpretativa, desde el el mayor de los desasosiegos surja la mas profunda música. En este desasosiego mantener, conscientemente los pies encima de la cabeza te permitirá interpretar rompiendo el alma. El alma rota produce que actuar tenga vida. Puedes romper la vida a través del entrenamiento karmico del físico. Los procesos de destemplanza y desequilibrio de lo que llamamos mundo, puedan pasar a la escena interpretativa.  Este es uno de los procesos fundamentales de ascenso del yo al no yo en el traslado autentificado de la ranura interpretativa de la pureza mas allá de la vida. La eternidad se desmorona y el escenario es en ese momento un espacio absolutamente holistico de consciencia.  DHARMA Y DRAMA.  LOS DOS SONIDOS.  EL TEATRO DESDE TU SONIDO INTERIOR SAGRADO. SABDHA EL CUERPO COMO ELEMENTO DE REVERBERACION PSICOLOGÍA DEL ESPECTADOR. SUBCONSCIENTE, INCONSCIENTE, CONCEPTO DE MANADA Y ACTUAR DESDE LA NO MENTE PARA LOGRAR EL EMPTY DEL ESPECTADOR.  ZEN Y SAMURAI Y TEATRO. RIGIDEZ TIRO CON ARCO Y VACIO. TECNICA DE DESDOBLAMIENTO VACÍO       

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