Hay algo que sucede y aun no he logrado, hay algo que ella quiere y no puedo alcanzarlo que, allí donde la presa UNICA sorprende mi sosiego es amarla a ella tiendo pero por humildad ese placer niego y yo, a, ti, propondría, triste poeta, que dejes de mi a ti, la puer abierta y donde ella quiera que mi alma vuela a cuidarla, a besar sus ojos, a secar sus lagrimas, y, de mi rompí el camino en trozos y no quedo senda de este arrojo.
Ahora, solo en el destierro de su cuerpo y cautivo en ESPIRITU de su cadera, que nada en esta vida mueva a nadie a pertenecer que ella es una diosa y los demás nada mas la ven como mujer.
Y, si el destino es justo y a mi me escucha que sirva esta vida para mi lucha, pues en ella dejo, arrojado de mi perplejo todo este devenir, MIO, hasta ti.
Ya huyo pues se que te veré, escondo el poeta y me visto de Miguel.
...te amo, oh dios cuanto!
Se que (no) me amas
Miguel soy vestido de poeta en el ayer
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