Abandona la vida para que la existencia sea una continua eternidad.
Abandona mi presencia para poder sonreír como un niño que descubre su fuerza.
Y ahora adolece como adolescente.
Una fuerza que es la palabra.
Palabra del alma que ama y aún así, se siente ausente.
Y es que te amo pero no me entiendo.
Tan sólo se que siento.
...no le busques sentido, no lo tiene, o no. Miguel Mochales, maestro ZEN
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