En mañana el día desciende como ocasos acontecidos en un amanecer.
Alcanzar el deseo es beber el silencio de la mañana donde turistas pasean al lado de la trompeta y hace escalas.
Aquí la vida es un deseo difícil de entender porque todo se ve comprendido en tiempos absolutos de una voluptuosidad subyacente en alma y vida.
Cuando llegue la tarde volverá a la mañana para recorrerse en cada instante.
Que jamás sepa Dios que te vine a robar el silencio.
Que jamás atienda Dios a nuestro amor
Vine sin vida para aprender a vivir
Mañana ya nadie conoce el ayer y desconocen el hoy y caminan solos
No le busques sentido no lo tiene o no
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