Músculos que Piensan: El Salto del Conocimiento al Sentimiento
Atiende un instante, respira despacio y escucha. Una vez que has meditado de pie y has roto la imagen antigua de ti mismo para entrar en tu nuevo Mindset, comienza una segunda etapa esencial: desarrollar tus potencias internas.
Estas potencias no nacen del conocimiento que acumula tu mente, sino del sentimiento profundo que despierta en tu cuerpo. No se estudian en un libro ni se entienden con la razón; se viven. Y a esa sabiduría encarnada la llamamos músculos que piensan.
Cuando trabajas con tu cuerpo de esta manera, estás haciendo una forma elevada de mindfulness: una mente plenamente presente, pero no anclada en ideas, sino en acción, en respiración, en energía viva.
Esta mente necesita bombeo, necesita movimiento y presión para que el cuerpo se convierta en un instrumento de conciencia. Si no hay bombeo, sigues pensando desde la cabeza, no desde el cuerpo. Y pensar solo con la cabeza es quedarse atrapado en teorías, nunca en realidades.
El Ritsuzen es el portal: te abre la puerta de la atención y la presencia. Pero si después no das el paso de activar la musculatura consciente, de “poner cobertura” a esos músculos que ahora sienten, simplemente te quedarás en un estado de ideal, no alcanzarás el nivel real de excelencia.
Ahora cierra lentamente los ojos. Respira profundo.
Permite que tu cuerpo sienta antes que piense.
Permite que tu energía hable antes que tu mente.
Ahí comienza la verdadera transformación.
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