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Miguel Mochales

Miguel Mochales

viernes, 1 de abril de 2011

He amado...

Dios, como he amado.

Era como si en cada instante no hubiera significado mas sagrado que ELLA.

ELLA me permitio ser distante de mi vida, o de la tristeza, o de la incongruencia, o de la misma envidia.

Solo en el amor de cada una de esas diosas pude hallar el infinito, y en cada momento fue la devocion mi unica oracion.

Solo el amor de mi amor fue libertad para quien jamas tuvo dentro nada que no fuera esa pasion divina de ver a Dios en su cintura.

Ahora..., que puedo decir ahora.

Dios se estremece en una cueva, que la luna se ha ocultado, que el dia es mas azul que nunca en frente de esta enorme cristalera.

Se que he perdido magia, sin ELLA, hay menos magia, pero ahora hay mas certeza.

Morir de amor fue cuando la oscuridad se hizo tanto luz que el amor se dejo de soñar para ser solo la posibilidad de ese Nirvana constante de realidad.

Recuerdo con tanta ternura el amante que fui.

Lo recuerdo y le llevo en mi, con el orgullo de quien dio mas de lo que era y por eso accedio a comprender que Dios se escondia en ella.

Gracias, vida, diosas, budas y demas penumbras, hoy no hay luna es el azul del cielo la bruma.

...no le busques sentido, no lo tiene, o no. Miguel mochales, maestro zen.

Miyu, el amor de mi vida, mision de amor cumplida.

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