- Alguien me lo dijo
- Me lo dijo pero pensé que no era posible.
- No era posible.
- Soñarte no era posible.
- Por eso al verte desperté a un mundo que no podía medir con el abrazo de mi alma.
- Sabía que existías
- Lo sabía.
- Pero jamás te pude soñar.
- Porque en ese tiempo estaba muriendo en mi.
- Tú eras mi sin pasado por venir.
- Acaezco aquí ahíto ante ti.
- Perdido como el viento del sueño que no tuve.
- Así soplo mis ilusiones elaboradas a tus pies.
- Y sin tiempo
- En pleno amor
- Volver a creer.
....no le busques sentido, no lo tiene, o no. Miguel Mochales, maestro zen
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