- No quiero.
- No permito.
- No consiento.
- Que jamás
- Que nunca
- Que nadie camine por mi
- Mis pasos son allí mi distancia.
- Mi estancia es mi fe
- En esa fe díos se avalanza en una precipitación errónea llamada mundo o universo
- Mi camino está herido de recuerdos.
- Ellos me hablan
- Pero se llama recuerdos porque hablan y no escuchan
- Mis recuerdos son la fe del silencio, pues no hablan y danzan en el alma en forma de nostalgia pertrechada de serenidad
- Más allá de un paraíso que no camina porque espera que vengas a buscarlo.
- Desde allí te grito.
- Te grito en mi silencio este auspicio.
- Un auspicio de esperanza.
- Que tú y yo llamamos destino.
- Pero el destino cuando no nos llama a nosotros nos hace este tiempo fatídico
- Mantengo mi fe en ti.
- Y te lo,puedo decir.
- Se llama contar.
- Y te contaré ante ti y el destino que nací para volver a ser una expresión de esa fuerza más allá de la fe.
....no le busques sentido, no lo tiene, o no. Miguel, mochales, maestro ZEN.
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