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Miguel Mochales

Miguel Mochales

martes, 8 de abril de 2025

PC11

 Psicología Corporal XI

Neurocelular: el músculo como sistema cuántico de inteligencia

Lo más importante es comprender esto:
el tipo de fibra determina el tipo de acción.

Y por eso, neurocelular no es meditación.
No es entrenamiento muscular.
No es una filosofía.

Neurocelular es la capacidad de hacer que el músculo piense.
Es el despertar de un nuevo sistema de inteligencia,
uno que sigue una estructura toroidal.

Que seas ciego a ella con los ojos de tu cara no significa que no exista.

Así sucede el proceso:

La célula recibe estrés.
Pero no estrés destructivo.
No hay rotura de fibras.
Lo que cambia es el tiempo de exposición al estrés.
Y ese tiempo aumenta el campo eléctrico de la mitocondria celular.

A partir de ahí, el músculo entra en un proceso de activación emergente,
producto de la colisión de partículas por acumulación de energía.

Todo tu músculo es un acelerador de partículas.

Este proceso rompe la lógica lineal del pensamiento
y te abre a una estructura heurística:
una forma de adelantarte a lo que va a suceder.

Aunque tus ojos aún no lo vean,
tú ya lo sabes.

Este aprendizaje —por expansión de tu Toroide—
genera nuevas propiedades en el mundo que has creado.
Es, literalmente, cuántica aplicada al bíceps.

El músculo deja de ser un órgano mecánico
y entra en un estado de pensamiento mecánico-cuántico.

Antes eras ciego porque veías.
Ahora, en vez de ver, con todo tu sistema muscular, MIRAS.

Y sí, existe una expresión muy conocida:
“El músculo tiene memoria.”
Pero lo que realmente sucede es que,
al ampliar la cantidad y el volumen de memoria,
todo tu sistema de percepción y prospección
se vuelve más preciso, más fino, más perfecto.

¿El límite?
No lo conozco.


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