Psicología Corporal XVI
Las dos fases del despertar corporal
Todo este estudio se basa en dos fases.
Y si no las entiendes, no puedes entrar.
En la primera, no estudiamos el músculo como una unidad,
sino las partes dentro del músculo.
Porque cada parte dice algo más,
te da un matiz, una capa nueva de significado.
El músculo es un todo, sí.
Pero está lleno de zonas con mensajes distintos.En la segunda, entramos en las cadenas musculares.
Músculos que trabajan juntos, que se enlazan,
que forman una conversación interna.
Y eso produce algo.
Un estado. Una percepción. Una forma de ver.
Esto es más profundo que cualquier simbología de cualquier religión anterior.
Y sin embargo, ellos lo intuían.
El Árbol de la Vida hebreo no era otra cosa que eso:
un intento de que el cuerpo,
en vez de pensar con el cerebro,
llegara a la contemplación física de Dios.
A la experiencia de la Supraconsciencia.
Esto no es teoría.
No es fe.
Es cuerpo. Es práctica. Es real.
Y ahora sí.
En el próximo capítulo te llevaré al primer punto del mapa:
el hombro.
Donde se refleja lo eterno.
Donde empieza el viaje hacia lo que nunca muere.
¿Seguimos?
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