Amante
Amante,
te llamo así porque no basta con amar,
hay que cultivar el amor,
regarlo con las lágrimas de las madrugadas,
abrazarlo en los inviernos más crueles
y cantarle, aunque el eco se pierda en el silencio.
El amor no nace solo,
es un jardín sembrado en la tormenta,
con raíces que desafían el viento,
con flores que no temen marchitar
porque saben que cada pétalo caído
es semilla de un nuevo abrazo.
Amante,
tú no escribes de desamor
porque llevas en la sangre la lluvia y el sol.
Porque entiendes que el amor no se mendiga,
se cultiva.
Y cuando todo parece arder en cenizas,
vuelves a arar la tierra con tus manos,
sin miedo al polvo,
sin miedo al dolor.
Amante,
te llamo así porque habitas en el amor,
no como huésped pasajero,
sino como eterno arquitecto de lo imposible.
Porque amar no es solo sentir,
es hacer, es dar, es ser.
Y quien no cultiva el amor
solo escribe despedidas,
cosecha nostalgias
y se pierde entre historias
que nunca terminan de sanar.
Por eso te llamo Amante,
porque en tu pecho florecen versos
que otros solo sueñan escribir.
Porque vives el amor,
no lo esperas. DC
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