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Miguel Mochales
martes, 29 de enero de 2013
Aun se mas. Entrenando desde el alma o lo que te puede suceder en el dojo
Esto es así...
Tengo un tamaño muscular que es simplemente flipante.
La razón de ese músculo es solo alimentar la bioelectricidad corporal que permita que las potencialidades emergentes sucedan en las formas mas elevadas de consciencia.
Ayer creía que estaba en un limite alto.
Pero lo mismo me sucedió antesdeayer.
Es decir, siempre sucede algo dentro de este programa de comprensión del VACIO que hace que lo del día anterior se quede a la altura de lo anecdótico.
Es brutal o mas que brutal.
Te hablo de que cuanto menos hago porque aumento en mi comprensión del VACIO, mayores son los resultados mentales y por supuesto la capacidad de TRANSFORMACION de mi cuerpo hacia los canones que siempre en mi obsesión por el culturismo existen.
Entiendeme, BAJO LO QUE CONSIDERO OBVIO POR MI EXPERIENCIA EN EL ENTRENO, NADA D ESTO PODRIA ESTAR SUCEDIENDO.
Lo segundo mas flipante es la capacidad de poder sentir por dentro a los demás, facilitando la SENSACION de unión y consciencia y de ver lo que por dentro le esta haciendo vibrar. Es como si dentro tuviera un silencio que es puro sonido.
El otro aspecto es siempre sentir que sabes optar por la situación optima y sobre todo encontrar la puerta de entrada de aquello que proyectas.
Es como si siempre se abriera paso.
Lo mas raro o especial es que siempre quieres que quien esta a tu lado pueda tener una SENSACION similar a esa plenitud consciente en la que te manejas.
Una de las cosas mas bonitas es cuando me encuentro en una profunda MEDITACION pongo a alguien detrás mío cogiendo mis trapecios para que pueda sentir la bioelectricidad que sucede en mi.
Es tan bello sentir el temblor del alma.
El alma nadie la ha visto pero yo la he sentido temblar.
La he tocado con los dedos se mi emoción en comunicación con el interior de quien me agarra.
Y simplemente no sientes que seas uno es que, sientes y sabes que no somos dos.
Vivir el cielo es un estado de consciencia.
...no le busques sentido no lo tiene, o no. Miguel mochales, maestro ZEN.
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