Tres días de amor puro. Y un instante de locura

No se robar del alma el silencio engastado en la joya del amor de este alma mía.  Donde no bebo vida es en ti donde bebo libertad por fin de esta existencia.  Del alma mía arrulla a borbotones de amor por amor desafío.  Es esta pretensión consecuencia de la ascendencia de esta devoción que en viento el tiempo no sienta.  Me arrojo al salto del inmenso sueño un momento donde hablarte sin vernos.  Nos soy persona soy fiebre de deseo.  Deseo de tu piel de renegar a la eternidad de vivir por ti mi nueva ilusión de amar.  No quiero ni a dios ni el amor sincero que solo, mi amor, solo deseo el momento de tenerte.  Arrepentido de la CREACION prefiero en un segundo el infierno de añorarte que un cielo distante de la luz que tu alumbras.  No deseo ni al buda ni al nirvana, solo deseo la locura donde vivo embriagado de tu hermosura.  No quiero vivir mas, tampoco quiero estar muerto y es que tan solo deseo la eternidad de la enfermedad pura de tu beso.  Me marchare siempre para saber que es el instante mas presente en el verbo tu beso es en los labios el alma que desmorona el universo por cuidar, por temblar, por clavar en ti la dulce premura de mi desdichada felicidad.  Ahora amo el tiempo en este ósculo prohibido y mi cuerpo exuda caricias que robe en tu olvido.  Por indigno de ti fui ladrón y pirata o bandolero o simplemente piltrafa que pudiera con un gesto rozar el cabello de tu cara.  Ahora me iré con el fausto que me vendió este desamparo que yo firme con el diablo para ser en este mundo un segundo a tu lado.  Como ya no tengo nada mas que vender y el demonio de mi nada desea solo seré viento en el viento del aire que rodea de tu cuerpo del vientre a la cadera o de tu voz sonido al abrigo de tanta inconsciencia.  Soy amante aunque ni siquiera tu me entiendas.  Infierno es estar sin ti.  Esperanza volverte a soñar.  Desesperación no verte.  Y oración es tu nombre volver a rezar.  Amor saca amor. Mi fe, mi verdad.  ...no le busques sentido, no lo tiene, o no. Miguel Mochales, maestro zen