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Miguel Mochales
viernes, 18 de enero de 2013
Mi discípulo y mi amigo
Se amontonaban las nubes.
Las calles de Madrid estaban húmedas.
La noche era pesada.
Era una noche mas sin tiempo en Madrid.
Los días densos donde el alma camina densa entre las esquinas de esta que un día fue mi ciudad.
Todo parecía que iba a ser normal pero yo sabia que no.
Cuando entro en la ancha estancia llamo a capitulo con el gong grande que hay detrás del espacio mas elevado reservado al Abad, es decir, yo.
En mis manos tengo el mayor tesoro del budismo que es la enseñanza ultima o sutra del VACIO.
Se acercan todos.
Primeros los Lamas ponen las manos en gasso, oración.
Ellos me entienden aunque no hablen mi idioma.
Su mirada me recuerda a esa inteligencia que ves en algunos perros de pastoreo donde una sola señal del dueño es suficiente para entender todo.
Los nuevos se acercaron expectantes.
Siempre ESTAN hartos de verme en un lado temblando toda la noche por la MEDITACION y ahora se acercan curiosos como quien en la calle va a ver un espectáculo curioso.
En mis manos un mala de jade. Jade verde o símbolo de la maxima realización.
Los Lamas se ponen su sombrero amarillo similar a un gallo.
Se hace sangha.
Empieza la congregación el canto sagrado.
Tayata OM gate.
Esta invocación sirve para abrir la puerta de lo eterno.
Un umbral del consciencia para la ultima luz de mi alumno.
Gate, paragate, parasamgate.
Le explico que aunque halla muchas puertas en ninguna de ellas detrás esta la meta.
Son los reinos inferiores del averno.
No debe quedarse en ellas confiado por haberlas pasado.
Bodhi svaha
Esta una invocación que DESPUES de esos avernos alcanzara su cuerpo de consciencia.
Hanya sinyo
La suprema realización sin el.
Todo en un inmenso estallido de amor y consciencia.
La noche sucede hasta amanecer.
Las nubes se suceden con los cánticos.
A veces llueve.
Buenos augurios para quien inicia este viaje.
Alumno, amigo, estas ya en camino.
Amor saca amo. Mi fe y mi practica.
...no le busques sentido, no lo tiene, o no. Miguel Mochales, maestro zen
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1 comentario:
Gracias, Miguel !!
Fue un grande, jamás olvidaré tus entrañables charlas con él.
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