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Miguel Mochales
miércoles, 16 de enero de 2013
Te amo pequeñaja
Solo se que existes en mi antes que yo mismo.
Solo se que vine a esta vida para amarte.
Y eso ahora no se si importa o no, no lo se, pero si se que te pertenece de mi cada gota, cada aliento, cada impulso o cada anécdota que recuerdo y siento de todo, absolutamente todo lo que en mi pueda suceder.
Ya no lucho.
No lucho contra mi.
No lucho a favor de..., o en pos...
No hay nada.
Solo tu eres ilusión en mi ilusión.
Solo tu eres el amor en mi amor.
Solo tu eres mi razón.
Mi razón que nace de mi CORAZON.
Te amo en la debacle de la eternidad.
En este absurdo de PARAISO sin ti.
En la tristeza que inspiro mis poemas.
En la grandeza que me hizo tantas veces sentirme un payaso.
Solo, tan solo que ni me siento.
Absurdo como un grito ahogado.
Niño como cuando mi nariz se pegaba a los escaparates de la vieja tienda de juguetes.
Rendido como un guerrero que ama.
Vencido como un fusil que lleve en boca de fuego una flor.
Mimoso como lo soy cada día ante ti.
Enamorado como cuando te vi la primera vez.
Cansado como cuando abrazo al aire y no estas.
Poeta como esta carta.
Y en todo esto te amo.
Sin pasado o presente y en un futuro que es el augurio de mi creer.
Se que hay una esperanza.
Se que la voy a hacer.
Se que la voy a lograr.
Hoy, ahora duerme.
Mi amor...
Duerme...
Duerme que hoy rezo por ti y por mi.
Por todos los amantes tendidos al sol del amor.
Por todos los amantes que sueñan amarse, como solo se puede amar de verdad.
Te amo mi niña. Mi pequeñaja.
Te amo.
Alma
Mi alma
Amor saca amor. Mi fe.
...no le busques sentido, no lo tiene, o no. Miguel Mochales, maestro zen
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