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Miguel Mochales

Miguel Mochales

sábado, 2 de febrero de 2013

Muy personal.

Hay algo que descubrí al entrenar para obtener resultados.  No confundir la consecuencia con la causa.  Las pesas no eran la causa de mi desarrollo muscular.  Los factores como la tensión interior, la concentración de ENERGIA en un punto así como la necesidad de retener una presión interior para soportar esas pesas si eran las cosas que desencadenaban mi desarrollo muscular.  Lo único que limitaba era la consciencia de un yo distinto a la fuente que era la conexión en singularidad de todas mis células.  Para mi el querer descubrir la verdad detrás de lo verdadero se convirtió casi en in dogma.  Y eso genero un poso asqueroso que se llama soberbia.  La única verdad detrás de lo verdadero es la dulzura y la suavidad.  Dejar suavemente que la SABIDURIA habrá su camino.  Alejando la prepotencia de aquello que crees justo porque esa creencia hace que lo justo solo se ajuste a la injusticia.  Hace poco era solo un señor que jugaba con un yoyo en las paradas de los autobuses.  Era raro pero era profundamente dulce.  Ahora ese señor vuelve con su yoyo pero sin su yo.  La soberbia se fue porque su alimento que era una carencia de amor se ahogo. Todo yo carece de amor.  Y quien carece de yo solo es amor.  Amor saca amor.  ...no le busques sentido, no lo tiene, o no. Miguel Mochales Maestro ZEN. 

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