Aprendiendo del amor y el viento.
Ahora esto es un contratiempo.
Solo se aprende de lo Lerdo.
Solo se aprende de lo lerdo.
Y esta es una muy buena enseñanza.
Primero los lerdos aprenden de ellos y los que no sean tienen el aprendizaje de donde deben alejarse.
Es simple.
Ni la mujer ni el hombre sirven para esta nueva época.
No sirven.
No valen.
Ahora tienen un nuevo tiempo.
El hombre que recuerda que es caballero y se coloca a los pies de quien ama.
La mujer que es diosa y trabaja su deidad.
Es así como que al mirarte hasta el mismo Dios se esconde porque ante tu luz queda perplejo.
Es llorar de amor por decir tu nombre sin mayor pretensión que el amor cortes existe y es noble.
El canalla murió ante ti, por ser sagrada luz de lo sublime.
Para ti mujer el único problema es que el hombre se vuelve así de cursi.
Es ese estado de plena expresión extática donde se aclama en amor el alma.
Es el momento donde en el plano astral no deja de dar vueltas la nobleza y la libertad.
Y sobre todo no es necesario por tu parte que devuelvas este amor divino en carnal. Por eso se llama adoración.
La principal necesidad del hombre es hacer del amor un pasaporte de trascendencia porque después hasta la misma forma de amar se vuelve sagrada y su técnica se llama brahmacharya.
Cumplí el voto de pobreza ante ti.
De obediencia pues a ti en todo vi.
Castidad pues a tu lado todo se vuelve sagrado.
Ahora toca sonreír con dos “cafelitos”.
.. no le busques sentido, no lo tiene. Maestro Miguel
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