Mi alma no tiene destino.
En un mundo donde la decadencia es el único modelo.
La pérdida de la dignidad y el honor.
La absoluta decadencia de un tiempo hereje con cualquier dios.
La pérdida de la vida de la eternidad.
Donde solo un dojo queda en la medida exacta de aquello que debe ser.
El absoluto olvido no de los valores sino del conocimiento del entrenamiento que te lleva a esa dignidad de estar a la altura de los valores.
Ahora nos toca ser ese referente donde somos los testigos de una decadencia absoluta que nos lleva a ese nuevo renacimiento.
Desde la elegancia.
Desde la
Sensibilidad.
Desde el poder del dar por dar.
Así surge toda la estructura.
Así es este momento donde de nuevo la fuerza ha bajado.
Honor en la dignidad y dignidad en el honor.
.. no le busques sentido, no lo tiene. Maestro Miguel.
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