Primero de zen.

 Primero de zen. 

Esto es una movida. 

Movida tremenda 

Tratas de correr y caminas y tratas de caminar y vomitas el ayer. 

Esta pandemia montó la del siete. 

Ahora tratamos de reír 

Reír muy simple. 

Reír porque al no tener mascarillas podemos lucir dientes y las señoras de buena y honerosa reputación usan con pinta labios de moda. 

Es muy bonito como se ha acercado América a mi. 

No yo a ella. 

Que lo deseo pero aún no he besado la mano de las dama más bella como dijo Nino Bravo con tanto cantar América…América…

Todo ese inmenso jardín es un vergel dispuesto a convertirse en pura esencia de empresas de alto rendimiento en capital humano si aparte de le perverso metaverso no se vuelve adverso al proyecto metafísico de un maestro poeta y un millón de amigos que sueñan a ser herederos de un mundo infinito. 

Allí donde fallo desde el rey Arturo a Maduro se junta un frente de Venezuela para arriba a Miami y desde el sur con una Patagonia entrañable para crear la más bonita y poética revolución de un corazón que añora más allá de lo humano una sonrisa que haga una propuesta imprevista donde desde el renacimiento económico creamos un metódico organismo poético de economía y libertad con la ternura de la pubertad que ama a la libertad y su verdad en cada bíceps y en cada divinidad.

Somos los más salaos del barrio y ahora creamos una movida que por cincuentones optimistas nos vamos a liar una poética acometida a toda la tontería que desde el siglo XX se nos coló. 

Es nuestro tiempo vive dios y mi bíceps y mi inteligencia se pone al servicio de tan bella misión. 

…no le busques sentido, no lo tiene. O no. 

Miguel mochales. Maestro Miguel