El tiempo es hablarle a dios con el alma.
No puedes alcanzar la fe si tu cuerpo no tiembla gritando en silencio.
La descomunal situación de un alma en su abismo.
La piedad inaudita de un grito.
La misericordia de un héroe que se desconoce.
El poeta que ruega ser amante.
Así se participa desde la música a la antología de la nostalgia.
Quiero implorarte amor pero solo me alejas de Dios.
Puedo vivir suplicando para que tu sonrías al precio de un barril de crudo.
Ahora en lágrimas de poesía te desafío a amar en este confín el silencio.
No ruegues más que Dios no puede escuchar a quien no robô esta noche la luna.
Bájame del cielo la noche que el día me aburre.
Ahora me quede herido en mi vulnerabilidad para amarte.
..no le busques sentido, no lo tiene. Maestro Miguel.
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