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Miguel Mochales

Miguel Mochales

jueves, 29 de diciembre de 2011

Shingon monk.

Atiendeme?

La vida es un misterio.

Lento, suave, lleno de vida.

La vida es un exceso.

La vida se escapa a borbotones y en cada uno de ellos te inunda.

A mi siempre me enseñaron zen a lo bestia. Si algo te dolía jodete.

La lección era sencilla.

No importaba ni mi yo ni mi existencia y cualquiera que llegara era mas importante, mas inteligente o mas sabio.

Esa medida tan sabia de la vida que me inculcaron mis progenitores y que jamas pude suficiente agradecer me permitió no tener el mas mínimo atisbo de ego y, por supuesto una imposibilidad casi congénita de iniciar algo que se llame vida.

Eso me llevo a ser un tarambana y, eso si, tarambana monacal.

Es decir, jamas cuadre en nada ortodoxia e hice de la heterodoxia mi vía.

Solamente hasta que te vi supe porque te había buscado tanto.

Lo único que sabia era buscarte.

Es de coñá.

Toda la vida y un huevo de monasterios tan solo para encontrarte.

Eso si, molas un huevo.

Es flipante mirarte pero me quedo ahito y absorto cuando te contemplo.

Si el sentido de mi soledad ha sido mantener mis sentidos puros para observarte bendito sea todo este tiempo de vida hasta tu aparición.



Don't follow my way. I wouldn't. Mmmz

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