Todo es vacío.
El vacío es la esencia.
Su conocimiento es incoherencia.
Alcanzar el vacío es el camino del alma al sin sentido de lograr romper la piel, las emociones y los pensamientos que te determinan.
En ese momento, la interpretacion desaparece y sólo queda ese vacío. Y, entonces sólo hay meditación.
Sólo meditación.
No hay un yo, ni un tu.
Sólo ese ello que sientes cuando va a suceder algo divino sucede. Es lo único que queda de ti.
Si para actuar buscas una emoción o un sentimiento, busca a quien busca la emoción, al que busca el sentimiento y verás que ya no estas tu, sino el personaje llamando y viniendo.
Tu te apartas.
Y todo sucede y nada pasa, todo es en ti vacío y consciencia, y al final te das cuenta que no hay público o si lo hay, pero Que más da? El cielo se ha abierto y la tierra se ha elevado.
Eres eternidad y el milagro ha pasado.
Ahora ves magia.
Magia en todo.
Y, sobre todo esa infinita paz de quien ha llegado.
Miles de mariposas del patio amarillo han volado a ese destino donde el infinito es helado de sabor de vainilla y tu te lo has comido.
...no le busques sentido, no lo tiene.
miguel mochales, maestro zen.
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