La solución del koan planteado es sencilla.
Es imposible que este enamorado.
A la pregunta de...
'Acaso la amas?'
Mi única respuesta fue la negación.
Esto es debido al hecho de que esa decisión no me pertenece.
Yo no soy quien la ama porque en ningún momento puedo dejar de amarla.
En ningún momento en este amor ha habido un comienzo y por tanto, no puede haber un final. Si fuera así, sería yo, en mi mortandad quien la amaría.
El verdadero amor es aquel que no conoce de tiempo o pasado, y así, al no anhelar futuro, no ambiciona, ni espera, ni ansia.
Así, permanece infinito siempre y cuando no sea encarcelado o poseído. Si, permanece así será el universo protegido y bendecido a tu paso y, un solo pensamiento, deseo o esperanza, será suficiente para que todo sea mancillado.
Yo no amo.
No existe en mi, nada que se reconozca como un yo. Y, así sin tiempo y sin suceder puedo alcanzar a ungir lágrimas de pensamientos de su rostro bello aunque un océano nos separe.
Este es el sentido.
miguel.
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