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Miguel Mochales

Miguel Mochales

miércoles, 23 de marzo de 2011

mi ultimo camino.

Morir de amor, no, ya no, no me puede suceder.

Morir de amor fue.

A lo largo de mi vida he tenido varias muertes espirituales de las que solo se renace si el camino te espera.

La primera fue en el momento en que muere mi maestro.

Normalmente te quedas huerfano, absolutamente huerfano.

Pero se pudo salir.

Las otras dos fueron de amor.

En la primera es la muerte egoica.

Si eres bueno y te aplicas te es concedida una segunda muerte que es aquella donde mueres de amor.

Morir cuando debes morir, toda la vida se me enseño.

Asi me dijeron que era mi adiestramiento pero, jamas me dijeron que morir fuera ante un ser tan excelso.

Gracias a los hados he podido mantener un buen estado de alerta que me ha permitido poder saborear lentamente la belleza de alcanzar ese nirvana añorado.

Una parte mia ha tenido tiempo de despedirme de quien ame, antes y despues.

Ahora estoy haciendo las maletas para poder decir que el que se ha ido no fue el mismo que regresa.

Ahora mismo, en este instante todo es un suave transito a ese estadio de pura consciencia.

Si la vida me vuelve a acoger volvere para sentir todo aquello que es sagrado y elevado.

Date cuenta que toda mi vida es el adiestramiento en el chi y el chi es chi of love, es decir, es la vibracion de ella ante la cual yo soy devocion y ella es ciencia.

Gracias a la vida, me quedan tres dias y el yo se disolvera en versos de morir de amor.

de ti a mi
que no sea
este tiempo
tan solo una quimera

de ti a mi
que no sea
este tiempo
tan solo una condena

que de ti a mi
no hay tiempo
ni espacio´
ni creencia


te amo
esa es mi ciencia




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