Mi tiempo aquí no es casualidad.
Puedo llamarlo soledad o puedo llamarlo amor infinito por ti.
Puedo llamarlo un pasado esperándote.
Puedo llamarlo deseo contenido.
Pero siempre que lo llamo en tu nombre siento el infinito.
Quizás ahora la soledad en la que vivo tenga un sentido.
La dirección de mi alma eres tu.
Y su sentido es que tu me consientas este amor infinito que te ofrezco desnudo de ambicion y herido de esperanza.
Ayer te ore y hoy te bendigo.
Te llamo amor pero eres mi alma en este compromiso.
...no le busques sentido, no lo tiene, o no. Miguel Mochales, maestro zen.
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