No escondas de mi vida el pasado que a ti mi amor te lleve.
No sabe amar quien no puede.
Y es sólo así el camino que la eternidad desmorona.
Mi herencia, un pliego de virtudes que te nombra.
Y, ahora, sólo esta soledad de domingo que me emociona.
Te amo porque no me siento.
Te deseo porque soy sentímiento.
Sólo un segundo ocupa la eternidad en el tiempo de la verdad y el misterio.
...no le busques sentido, no lo tiene. O no. Miguel Mochales. Maestro zen.
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