Sabes detener en mi alma un segundo con solo sonreírme.
Y hoy es día oficial de otoño.
Y la noche llama a la nada y la ciudad me lleva a buscarte.
Eres como una canción en mi garganta.
Eres pura alegría y suenas a esperanza.
Pero, este déseo no es verdadero, sin tu alma.
Ahora desciendo a la locura y beso tu cuerpo.
Sueño en tus labios el secreto de mis entrañas.
De mis entrañas.
Que es allí donde te quiero, cada mañana.
....no le busques sentido, no lo tiene, o no. Miguel Mochales, maestro zen.
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